En resumen, la suerte no es un regalo que se brinda a unas personas y no a otras. Aprender a tomar responsabilidad por nuestras propias acciones y decisiones es el verdadero secreto para crear nuestra propia suerte. Al adoptar una actitud positiva hacia el éxito, podemos aumentar nuestras posibilidades de alcanzar nuestras metas y lograr la felicidad que deseamos. Recuerda siempre: ¡la suerte es algo que se construye, no algo que se recibe!