Pienso mucho en usted, tanto, que su imagen se ha tatuado en mis pupilas en mi alma y en mi piel... Pienso en las poesías que quedaron inconclusas; las palabras y los besos que dejamos en suspenso... Pienso en sus pasiones, en sus ganas y sus miedos; en las caricias y miradas, que nos faltan…