En el siglo XIX, todo picnic decente acababa con el fantasma de un antepasado aniquilando burguesas con la excusa de alguna profecía ancestral; esto cambió entre 1920 y 1945, donde se impusieron los picnics en trincheras con un menú basado en carne bien ahumada. Treinta años después, los picnics demostraban que el consumo de alucinógenos …